Wednesday, May 24, 2006

CONSULTA 11, Ana María, Después de un divorcio

Estimada Dra. Graciela: Mi consulta es para que me oriente dentro de las mejores posibilidades. Resulta que el hombre por el que siento un profundo amor, se ha separado después de 20 años, haciéndolo por segunda vez ya que la primera vez habían quedado cosas pendientes. No porque amase a la mujer sino que los mandatos y las culpas no las tenía resueltas. Hoy puedo verlo alegre y con proyectos para convertirse en el protagonistade su propia historia, como dice él. Estuvimos enamorados cuando nuestras vidas se cruzaron y, por haber sido descubiertos en pleno sentimiento, nos separamos para que él pudiera solucionar sus problemas. Hoy después de tres años, y de haberlo encontrado, me siento con la ilusión de volver a intentarlo. Con él no lo hablamos, ya que lo supe porque me llamó por teléfono. Quedamos en que nos íbamos a encontrar, hablamos como si no hubiera pasado el tiempo.
Dra. Graciela, siento que la ilusión me embarga, pero ¿es bueno después de un divorcio empezar algo? (si es que me lo propone) ¿o dejarlo fluir y con el tiempo intentarlo? Debo esperar que él se comunique conmigo o yo llamarlo si tengo ganas de verlo antes de que él me llame? Dra.: mil gracias y espero vuestra respuesta. Ambos tenemos 47 años, yo soy divorciada.

Estimada Ana María: creo que se está apresurando a festejar. ¿Por qué no deja pasar un poco el tiempo y se deja convocar por él hasta tener la seguridad mínima de que el cambio de estado civil se ha producido? ¿Por qué creerle? ¿simplemente porque él lo dice en una conversación telefónica o en un encuentro fortuito? Tengo en cuenta lo que me comenta acerca de la primera oportunidad, cuando tuvieron que separarse por problemas irresueltos de él con su pareja.
La orientación que puedo darle es que ESPERE. Me imagino su ansiedad, sé de su deseo, pero no hay datos de la realidad concreta que avalen sus movimientos.

Esperaría francos movimientos de él, y francas convocatorias, antes de mover un dedo. ¿Con qué fin? No resultar dañada nuevamente. No olvide que esta persona la dejó para remediar el dolor que estaba provocando a una tercera (la esposa). Podría volver a encontrar motivos para hacerlo. Con la consabida angustia de su parte...
Cuídese... No se ilusione… O, mejor dicho, no se apure. Si es bueno para usted, lo sabrá más adelante cuando todo esté más claro y le permita gozar realmente, tal como merece. La saludo con afecto, Graciela Berchesi.

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