Monday, July 31, 2006

CONSULTANTE 29, Amanda: “Me contactó un caballero a través de un sitio donde uno se inscribe para buscar pareja…”


Estimada Licenciada Graciela: El 5 de Marzo me contactó un caballero a través de un sitio donde uno se inscribe para buscar pareja. Vive en Tucumán, igual que yo, así que ya nos conocimos personalmente. Me siento bien con él pero trabaja como Gerente comercial en una concesionaria de automóviles y viaja bastante. Percibo que no tiene demasiado interés en verme. Me gustaría que me oriente acerca de si debo plantearlo al tema ó esperar porque es demasiado poco el tiempo. De todas maneras como tengo 50 años (él 53) y soy soltera, es una relación que en principio me conviene. Creo que es su forma de ser. Vive desde septiembre de 2003 en Tucumán y tiene 2 hijos que viven en Buenos Aires. Lo que supongo pero no me animo a preguntar, es si es separado. De todas maneras, creo que tengo que vivir "un día a la vez" y esperar a conocerlo más. Le agradecería cualquier sugerencia al respecto. Muchas Gracias! Amanda.

Estimada Amanda: por lo que me cuenta, me da la impresión de que esta persona es casada y tiene familia. Pero quiero aclararle antes de seguir que, en su condición de soltera y a los 50 años, puede ser conveniente para usted dar continuidad a la relación. Le va a dar un motivo más a su vida cotidiana y, mientras tanto, siga frecuentando la página de parejas y no deseche otra posibilidad que pueda aparecer. La saludo cordialmente, Graciela Berchesi.

Licenciada Graciela: Le agradezco su sugerencia. Estoy por hacer eso. No desecharé las oportunidades que se presenten, si me parece que valen la pena. Si necesito su consejo, volveré a contactarla.

De acuerdo, Amanda. Espero sus notas. GB

Estimada Graciela: como soy “formal” pero no tengo experiencia en relaciones con el sexo opuesto (no se asuste, pero estuve de novia sólo una vez, allá por mis veinticinco años), querría saber si es correcto que E., la persona de quien le hablo, desaparezca en silencio. Más allá de que sólo nos vimos tres veces, estimo que si me despido cordialmente de alguien diciéndole “nos hablamos”, si esta persona queda en llamarme a partir de las 18:00 y no lo hizo, por ser “formal” me preocupé por si le hubiese ocurrido algo y lo llamé yo. Me dijo que había adelantado su viaje a San Luis. Le creí. Suponiendo que no fuera real, me pregunto: ¿es tan difícil avisar que se da por terminada una relación, aunque ésta haya sido apenas incipiente? Sé que puedo no ser la persona esperada ni tengo la soberbia de pensar que DEBO agradarle pero, íntimamente, pienso que soy un ser humano valioso y que todavía no apareció mi complemento adecuado de pareja.
Lamento lo que pasó porque en general no me engancho con facilidad con alguien, pero bueno… eso está en manos de Dios.
¿Qué me sugiere? Me gustaría saber su opinión al respecto, aunque creo tener claro que nada puedo hacer ante lo evidente. Estimo que usted puede emitir una opinión con autoridad en el tema. Un abrazo y mi profunda gratitud. Amanda.



Estimada Amanda: en mi mensaje anterior le decía algo sobre esta persona que ahora usted puede verificar. No tiene que darle importancia a las actitudes ni tratar de investigarlas ni explicarlas. Lo que tiene que hacer es seguir buscando, volver a la página e intentarlo de nuevo, sin dilación.
Le cabe hacer todo lo posible por conocerse usted misma, no tenga apuro por conocer a otras personas, cualquiera sea su sexo. Lo suyo revela ignorancia del propio mundo interior. Inicie un tratamiento psicológico o cualquier otro camino de autoconocimiento. Lea a Hesse, lea a Chopra....

De paso: basta de formalidad!! Lo que llama "formalidad" la llevó a la soledad de hoy. Descúbrase, investíguese... Dése la posibilidad de conocer a Amanda, que la fascinará. Tómese la vida en serio. La vida no es formal, es VIVA.
La saludo cordialmente, Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 28: Gerardo. "Ocurre que estoy desempleado..."


Hola Graciela:
Ocurre que estoy desempleado y han llegado a mi vida una serie de miedos, dudas, temores y fobias. Ocurre que visualizo un emprendimiento y comienzo a trabajarlo en mi cuarto (pieza del fondo de mi casa), en la computadora realizo el diseño de la folletería, la imprimo, además imprimo mi membrete, mi tarjeta y cuando lo tengo que poner en práctica, es decir, pasar a la acción, me achico. Me entran unos miedos que no los puedo manejar, paso frente a mi futuro cliente y me saltan unas dudas tremendas con una mezcla de miedo que no lo puedo manejar. Vuelvo a mi casa con bronca y empiezo con otro proyecto y esto ya me tiene harto y cada vez mas pobre (económicamente y en autoestima) ¿Qué es lo que puedo hacer conmigo? Un abrazo y, desde ya, muchas gracias. Gerardo


Estimado Gerardo: por favor cuénteme con quién vive, cuántos años tiene, y de qué estaba empleado antes de quedar desempleado. Gracias por completar la información, indispensable para poder responderle. Saludos, Graciela Berchesi.

Estimada Graciela: Tengo ya cuarenta y ocho años. Fui encargado comercial de una importante compañía de seguros aquí, en Salta, donde vivo. Estoy casado y tengo cuatro hijos. La mayor está por terminar sus estudios universitarios y tiene veintiún años. El segundo ingresa a la Universidad de Córdoba para hacer la carrera de Diseño Gráfico, y la más chiquita está en sexto grado de la primaria. Mi esposa es docente. Gracias a ella, y a los ingentes esfuerzos que ambos hacemos, estamos manteniendo la armonía afectiva y familiar. A pesar de que yo no doy pie con bola y estoy fuera del sistema laboral. Gracias, Gerardo


Estimado Gerardo: lo primero que quiero sugerirle es que no se desespere. Sus síntomas son normales frente a impasses que la vida nos propone para que aprendamos algo que todavía no sabemos. Pero no es el final. No diga "tengo ya 48 años". Cuarenta y ocho años son pocos. La gente de su edad se prepara para vivir 90, de modo que dése un poco de tiempo y las cosas comenzarán a fluir. No ponga a su esposa en el lugar de víctima: ella es su compañera y como tal, le toca un período con una carga un poco más pesada. Reconozca su esfuerzo pero no la victimice. Me imagino que habrá presentado su curriculum en las compañías de seguros y afines, de modo que sólo se lo recuerdo. Lo mismo que poner sus anuncios en Internet.
Me parece bien que intente algo independiente y para saber por qué se achica frente a su cliente potencial, le diría que haga memoria para ver si hay algún hecho traumático en su historia infantil acaecido cuando usted tenía entre 3 años y medio y 5 años y medio. Si no recuerda, pregunte a algún sobreviviente de la época. Allí puede estar la raíz de sus miedos.
Siga investigando y comuníqueme sus avances. Ocúpese de Gerardo y obtendrá lo que espera. Lo saludo afectuosamente. Graciela Berchesi.

Saturday, July 15, 2006

CONSULTANTE 27, Esther: "Hoy, en vísperas de Pesaj..."


Querida Graciela: hoy, en vísperas del Pesaj, fiesta judía, siento que no soy un monstruo. Usted me hizo ver las cosas de otra manera y puedo comenzar a festejar con los míos sin culpa. Usted no sabe la clase de esperanza que puso en mi corazón.. Provengo de una familia sefaradí, con esquemas muy arraigados de cultura judía. Al pasarme esto creí que comenzaba a ser indigna de compartir con mi esposo e hijos una mesa especial como la de hoy. Nuevamente gracias. Esher.

Querida Esther: en el momento de la lectura de la Agadá, recuerde liberar el amor en su corazón e imagine que lo desparrama sobre todos los que están alrededor de su mesa familiar, sin dejar afuera a ninguno. Un amor grande e incondicional que la tenga como protagonista. Que tenga como único límite el respeto por usted misma y por todo aquello que despierte en usted buenos sentimientos. Recuerde: si usted es una buena persona (cosa que, por supuesto, descuento) todo lo que sale de usted es bueno simplemente por salir de usted. Edifique sobre Esther. Reciba un fraternal abrazo y mis mejores deseos. Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 27: Esther, "Ayer tuve una charla con mi esposo..."


Doctora Graciela: Ayer tuve una charla con mi esposo sobre todo lo que nos sucedía con respecto a la llegada de nuestro nietito. Le pregunté por qué estaba tan distante conmigo. Me contó que él veía cambios en mí con respecto a mi cuidado personal, mi dieta, y que notaba que tenía una motivación. Me contó que sentía miedo a que luego de estar treinta años juntos y treinta y cinco de conocernos, me pudiera llegar a perder. Le dije que era un estúpido y me puse a llorar. Lloramos juntos. Me contó que ahora nota la diferencia de edad entre nosotros, que antes no lo notaba y que al hablar con sus amigos le decían que hay muchas parejas que, luego de estar muchos años juntos, se separan. Dijo que sentía miedo, me hizo reflexionar y me dí cuenta de que jamás puedo poner en juego mi felicidad y la tranquilidad de mi matrimonio. Si bien quizá no sea todo lo que uno espera a una determinada edad, o sueños que uno cree poder realizar, pero es lo de uno. Al leer su último mail pensé que usted tiene razón cuando dice que “esto no da para más”. Quiero cortar esta zonza relación telefónica, quizá me lleve unos días porque me he acostumbrado a ella pero debo hacerlo. Por el bien de mi pareja y de mi hogar. Sé que usted es psicóloga y no maga, pero quizá ponga en mi mente las palabras justas que me den la fuerza que necesito. Gracias por todo y espero su respuesta. Saludos, Esther.

Estimada Esther: lo que dije que no daba para más era el tema en cuanto consulta psicológica. Quiero que me entienda. Hoy su ánimo cambió porque hizo contacto con su historia, con su marido, con la construcción de un proyecto en común con alguien y desde ahí su relación telefónica pasó a ser algo deplorable. Pero... Pero... Sin embargo... Me parece que ese contacto telefónico tuvo que ver en este reencuentro y que la puso a usted en actitud de mejorar físicamente y demás. Estoy totalmente de acuerdo con que no arriesgue lo que tiene, pero no en que borre de un plumazo una fuente de estimulación que demuestra ser buena para motivarla a hacer cambios. Evalúe cuidadosamente... Lo que no puede es confesar en su familia que tiene fantasías con otro hombre, porque sería una conducta inconveniente. Pero tampoco es necesario que borre esas fantasías porque de todos modos se presentarían... ¿no le parece? Mientras siga en el plano en que está, sin arriesgar lo REAL, no hay problema. No sea extremista. No es necesario hacerse monja ni tampoco eliminar los sueños. Hay que ser feliz, ese es el compromiso con usted misma. No arregle por menos. La saludo cordialmente y estoy a su disposición. Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 27, Esther: "No creo que sea pecado jugar de esta manera..."

Estimada Doctora: No creo que sea pecado jugar de esta manera, pues me siento halagada cuando charlamos y me da una motivación para estar a dieta. Hay momentos en que mi corazón late como si tuviera veintinueve o treinta y cinco años. Creo que no estoy haciendo mal a nadie, a veces en la vida se necesita un estímulo. Trabajo muchas horas y estoy feliz cuando llego a casa y le hablo por teléfono. Él dice que no me cree que estoy separada porque no le doy mi número telefónico. Dice que estudia Derecho y tiene treinta y dos años. Vive solo. Me cuenta lo que hizo en el día y de sus amigos. Siento que mi vida tiene otro sentido. Cuando pida conocerme espero estar menos gorda y no sentirme presionada. Le agradezco sus comentarios y le dejo mis saludos. Esther.

Esther: creo que el tema no da para más. La saludo cordialmente y le deseo suerte. Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 27, Esther: "Claro que es un tema para no entender..."

Querida Graciela: claro que es un tema para no entender. Le cuento que hace unos días en plena angustia por las nuevas etapas que me movilizan, mi teléfono se ligó y comencé a hablar con un desconocido que me pedía que no cortara y que hablara con él. Aún no sé cómo comenzó este juego que ahora me causa temor y, a la vez, tengo miedo de cortar.Esta persona me dice su edad y allí comienza mi mentira. Le digo que tengo cuarenta y dos años y de allí en adelante charlamos casi todos los días. Tuve que seguir contando una historia porque me gustó, me siento acompañada a pesar de que sea sólo telefónico. Sin saberlo él, hizo posible que bajara de peso. Le pregunto si le parece muy tremendo seguir soñando, siendo que de todos modos no me comprometo o si le parece que estoy jugando con fuego. Desde ya, le agradezco su respuesta. Con respecto a mi nietito estoy loca esperando su llegada pero como mujer me siento halagada, esperada… si bien, telefónicamente, pero… Volví a sentir latir mi corazón de otra manera. Gracias, Graciela, reciba mis saludos. Esther.

Estimada Esther: está todo bien, no le encuentro problemas a su relación telefónica virtual. Me parece todo bien y si avanzara para algún lado que usted sintiera peligroso, pues habría que pensar cómo seguir. Eso es todo. Sea cuidadosa en el tema "adelgazamiento" para no desaprovechar este estímulo. Por lo demás, me parece que no hay de qué preocuparse. Saludos, Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 27, Esther: “No sé qué locura es ésta…”

Querida Doctora: Usted pensará que estoy loca. Hace quince días, tenía mi autoestima por el piso y toda dieta que empezaba, la dejaba. Nunca me había ocurrido algo semejante. Una voz en el teléfono me pidió que lo volviera a llamar y así, jugando, entré a llamarlo todos los días. Él tiene treinta y dos años y yo le dije que tengo sólo cuarenta y dos. No le hablé de mis cincuenta que tanto me pesan. Podría ser mi hijo. Tengo como una locura, cuando llego de trabajar hablo con él y sueño ser joven. Le cuento que me estoy cuidando y en dos semanas bajé cinco kilos. No sé qué hacer. Sé que si le digo la verdad nunca más me hablará: le dije que tengo dos hijos y que estoy separada. Vivo plenamente este “cuento” y me siento feliz y a la vez temerosa. Él es separado y tiene un niño de diez años.
¿Qué puedo hacer para no perderlo? Me da vergüenza pero me sonrojo como una adolescente. Desde ya espero su contestación. Muchas gracias, Esther.


Estimada Esther: no me queda claro su planteo. Los datos suyos que dispongo hablan de dificultades para asumir su condición de abuela y de problemas para adelgazar. Me dijo, además, que tiene cincuenta años y me habla de la relación con su marido.
No entiendo lo de ahora. ¿Encontró un novio telefónico, de 32, que cree que usted tiene 42? Por favor, vuelva a escribirme si lo desea, aclarándome sus últimos movimientos. Me alegro de su resultado en la obesidad. el estímulo de esta persona evidentemente es eficaz. Saludos, Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 27: Esther, “Muchas Gracias”.

Querida Doctora: no sabe cuánto me alentaron sus palabras. Sucede que estuve leyendo un libro que se llama “Cuando la comida reemplaza al amor” y creo que ese es mi mayor problema. Me he pasado la vida con dietas, tratando de ocultar mis estados emocionales y leyendo este libro entendí que no puedo seguir comiéndome todo. Los demás tratan de poner sobre mí demasiada responsabilidad y quizá por allí surge mi miedo a ser abuela: temo que crean que deseo competir. Tengo que aprender a delegar responsabilidades y eso me dará seguridad. Le agradezco su ayuda y le envío mi más afectuoso saludo. Esther.

Estimada Esther: el sentimiento de competencia que puede sentir en este tiempo no es malo. Es natural.
Una hembra (permítame usar este término, tan bello), cerca suyo, está por dar a luz y usted siente temor a quedar relegada a un segundo plano, ya que no puede hacer lo mismo. Si observa con cuidado verá cuántas mujeres alrededor de la embarazada expresan de distintas maneras ese mismo sentimiento.
No habrá segundo plano para usted porque cuando esa mujer para, la convertirá -automáticamente- en ABUELA. Y usted verá cómo todo sentimiento negativo abandonará su corazón dejando el espacio necesario para albergar el abuelazgo que, como ya le dije, es cercano a la plenitud.
Gracias por sus palabras, reciba mi afecto, Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 27: Esther, “Asumir los cincuenta años”

Dra. Berchesi: pronto voy a ser abuela. Mi hijo, de 29 años, será papá. Estoy orgullosa pero siento que no es posible que tenga ya 50 años. Además, mi esposoque me conoce desde los quince años, dice que jamás cambiará mi humor, pero lavida me hace ver las cosas de otro modo. Quisiera que me aconseje, doctora, acerca de cómo enfrentar el número cincuenta. Desde ya, gracias. Esther.

Estimada Esther: celebre en su corazón la fiesta de la vida... No tema. Tener cincuenta años le propone ser abuela, uno de los estados más plenos del mundo afectivo.
Por otra parte, como sabe, la gente cada vez vive más y los que hoy tienen cincuenta se preparan para cuarenta más. Eso sí: hay que prepararse... No se puede seguir con los mismos recursos, porque no alcanzan: aparecen enfermedades y sobrevivir resulta una carga para uno y para los demás. Hay que prepararse: cambiar la alimentación, cuidarse mucho, poner el cuerpo en movimiento, hacer algún tipo de gimnasia y desarrollarse intelectualmente o en una disciplina artística. Estudiar otra vez. Iniciar una carrera o aprender a tocar un instrumento, pintar, esculpir o lo que prefiera.
Allí está la vida mostrándole su maravilloso abanico: no la desconozca, no se asuste. Adelante!! Le mando un abrazo y cuénteme cuando su nieto/a nazca. Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 26: Analía, “Con mucha vergüenza le escribo para pedirle ayuda…”

Estimada Dra. Berchesi: con mucha vergüenza, le escribo para pedirle ayuda. No me he animado jamás a revelar semejante verdad, pero su consultorio me permite expresarme, gracias a Dios. Tengo 51 años, no he mantenido relaciones sexuales con penetración nunca, y tengo terror de hacerlo. Cómo puedo solucionar esto que he callado tanto tiempo. No tuve en mi infancia explicaciones sobre el tema y me gustaría resolverlo para intentar ser feliz.¿Cómo se vence este miedo a lo desconocido y a la vez conciente?. Escucho su reflexión. Tengo alto nivel educativo y pensar que no puedo resolver algo tan común como hacer el amor con el hombre que amo. ¿Podré superar éste miedo? Gracias y perdón. Confío en su respuesta. Un cordial saludo, Analía

Estimada Analía: antes que nada déjeme decirle que son muchas, muchísimas, las personas que padecen lo que usted (hombres y mujeres). No es tan común la realización sexual plena en una generación en la que, tal como usted recuerda, no había diálogo sobre el tema con los padres y, lo que es peor, todo lo atinente a la sexualidad era considerado pecaminoso, sucio y condenable.
Para poder responder concretamente a su consulta me gustaría saber si tiene pareja actualmente y, en caso de respuesta afirmativa, si su compañero le propone tener relaciones sexuales. Le ruego que vuelva a escribirme para que pueda, con estos detalles, ayudarla. La saludo cordialmente, Lic. Graciela Berchesi.

Sunday, July 02, 2006

Sugiere CRISTINA SOLOAGA, acerca de la sensopercepción...


Bendita Música

Desde la antigüedad se conoce la relación entre la música y el estado de ánimo.

Algunas veces, casi sin notarlo, oímos una melodía que nos remite al mundo emocional. Nos recuerda situaciones vividas con intensidad. Otras veces, cuando cantamos o tarareamos una canción espontáneamente, expresamos el momento que estamos viviendo y los sentimientos que lo acompañan. Lo mismo puede pasar cuando ejecutamos un instrumento musical.

Cierto tipo de música nos brinda calma. Resulta especial para meditar debido a la relación entre el ritmo percibido y la adecuación a él de las ondas en las que vibra nuestro cerebro. Los adagios de los conciertos barrocos se sincronizan particularmente con las ondas cerebrales del tipo Alfa. Cuando el cerebro mantiene esta frecuencia se logra un equilibrio en el funcionamiento de sus dos hemisferios, lo cual es beneficioso para la salud.

Para reencontrarse con usted mismo, dedique un momento cada día a escuchar música, cantar o tocar un instrumento. No importa que no sea cuánto se haya capacitado para hacerlo. Si es o no un virtuoso o un profesional. Hágalo con los elementos que cuente: esas cuatro notas que aprendió a tocar en el piano cuando era chico, o esa única canción que recuerda, le servirán de canal para expresar sus sentimientos y esto lo hará sentir bien.



Cristina Soloaga







CONSULTANTE 25. Verónica, "...Me fui de vacaciones a Brasil y conocía a un hombre muy dulce."

Mi consulta se debe a que hace seis o siete meses estoy distanciada de mi novio con el que hacía tres años que salíamos. Estábamos de nuevo como "amigovios", pero me fui a Brasil de vacaciones con dos amigas y conocí a un hombre muy dulce, brasilero él y, sin querer, pasé la noche con él. Digo “sin querer” porque fue muy tierno y demasiado dulce hasta llevarme a estar con él. Yo viajaba a Buenos Aires en unas horas, así que fue poco el tiempo que estuvimos juntos, pero creo que fue tan increíblemente especial el conmigo como ningún otro hombre. Yo siento como que acá son demasiado machistas y brutos en lo sexual y él fue muy tranquilo y dulce, y no es por falta de experiencia mía (tengo 31 años) pero los hombres allá saben cuando tienen que parar porque la mujer les dice hasta ahí. Bueno al otro día nos pasamos los teléfonos, el mail, y me vine. Cuando llego a Buenos Aires, él me llama al otro día, diciéndome cosas que cualquier mujer desearía escuchar. Dijo que en sus vacaciones, que son a mediados de año, va a venir a pasar una semana conmigo, y hablamos bastante seguido. Mi pregunta es la siguiente: ¿debo prestarle la atención a una relación a kilómetros de distancia? Con mi ex novio, ¿debo cortar? Cabe aclarar que no me gusta jugar a dos puntas. Pero él es algo seguro, mientras que el chico brasilero es una preciosura, me hizo sentir muy pero muy bien y cada vez que hablamos me dice que sueña conmigo, que se acuerda de esa noche todo el tiempo, que va a venir a conocer a mi familia, a verme a mí, y cosas así.
Aconséjeme, por favor, qué hacer. Estoy bastante confundida, y la verdad es que necesito una opinión acertada. No quiero salir herida de esto, pero me encantaría conocer al chico de Brasil, y que se dé en serio. A mi ex todavía no lo vi acá, pero sé que debe estar enojado por no habernos encontrado. Le agradezco enormemente la ayuda, no sé con quién hablarlo para tener una repuesta pura. Muchas gracias. Verónica.

Estimada Verónica: su "partner" brasileño, tan amoroso como lo describe, nada tiene que ver con lo que usted siente por su novio aquí en Argentina. Aquello es una aventura de verano y, seguramente, no pasará de ahí. Y si él viaja, tal como dice usted que promete, probablemente la relación no pase de encuentros sexuales que quizá sean brillantes... que seguramente no habría que desperdiciar, pero nada tiene que ver esto con un plan de vida en común.
Con esto no quiero decirle que deba llevar adelante un plan de vida en común con alguien necesariamente. Y mucho menos que deba hacerlo con su ex novio a quien usted ya no quería antes de irse de viaje. Pero sí le señalo que no polarice las dos relaciones que nada tienen que ver entre sí. Tampoco idealice aquello que no es más que el final de unas vacaciones...
Si la relación con su novio de acá se terminó, se terminó. Haya o no otra persona, en cualquier lugar del mundo. Y si la relación con el brasileño fue buena, lo fue pase lo que pase acá. Separe las dos cosas, no pertenecen al mismo mundo y, sobre todo, no las ponga a competir.
Puede volver a escribirme si lo desea. La saludo cordialmente, Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 24, Angela: "Soy viuda hace dos meses... ¿cómo se hace para seguir cuando todo cambió?

Estimada Graciela: Mi nombre es Angela, tengo 58 años soy viuda hace dos meses, tengo dos hijos y dos nietos. La pregunta es ¿cómo se hace para seguir cuando todo cambió? Todavía no acepto la muerte de mi esposo, aún sabiendo que iba a suceder a raíz del maldito cáncer que lo hizo sufrir un año y medio y también cambio mi vida .Si bien sé que tengo que seguir adelante, que tengo el amor de mis hijos, mis nietos y todos mis seresqueridos, hay días muy difíciles. Es una lucha entre aferrarme a todos mis amoreso dejarme llevar por la angustia y los pensamientos negativos que se mezclan con casi cuarenta años de matrimonio. Una vida en la cual hubo amor, compañerismo, y dos hijos maravillosos .UNA FAMILIA. Me gustaría seguir contándole muchas cosas pero no quiero abusar de su tiempo. Muchas gracias, Angela.

Estimada Angela: la viudez de las mujeres es un duelo muy particular. Diferente a todo otro duelo. La pérdida del compañero, cuando la unión ha persistido por años, es así de dolorosa porque la mujer pierde temporariamente el rumbo. Es como estar sin cabeza y se experimenta esta sensación en cada acto de la vida cotidiana. Los amores "de alrededor" por importantes que sean -hijos, nietos, etc.- no pueden reemplazar a aquella persona con la que se tenía una unión de tal naturaleza que -en algunos casos- hasta resulta costoso percibir el propio cuerpo, porque parece reducido a la mitad.
La asistencia psicológica es importante. Le diría que indispensable. Se necesita una reubicación espacio temporal que es difícil de lograr sola. Vuelva a escribirme si lo considera oportuno, estoy a su disposición. pero si quiere ahorrar tiempo de sufrimiento, pida una entrevista personal con un profesional psicólogo/a que le merezca fe y comience a transitar el aprendizaje que le demandará esta nueva vida.
Créame que es un camino nuevo, al principio costoso pero luego satisfactorio. Se van aprendiendo nuevas cosas y se desemboca invariablemente en una vida distinta que hoy, a tan poco tiempo de su pérdida, usted no podría aún imaginar. Pero existirá para usted como para tantas señoras que han padecido lo mismo y -con el tiempo y la ayuda psicológica-, se han repuesto y han logrado recomponerse. Tenga confianza en usted misma y no deje de tratarse. La saludo con afecto, Graciela Berchesi.

Estimada Graciela: Ante todo quiero agradecerle que me haya dedicado su tiempo, si bien usted es una profesional, también es cierto que es difícil comprender a alguien sin conocerlo. Usted lo hizo, sus palabras me han emocionado y me sentí contenida. Para serle franca le diré que mi médico clínico me aconsejó una consulta psicológica, pero no cuento con los medios económicos para poder elegir a un buen profesional. Consulté a un psicólogo de mi Obra Social y el resultado fue negativo. De corazón, muchas gracias. Un abrazo, Angela.

Querida Angela: yo no sé si vive usted en Capital, Gran Buenos Aires o en el interior del país pero, por si estuviera cerca, le cuento que estoy trabajando con un grupo de señoras que padecen su problema y como la atención es grupal, los honorarios son bajos. Si estuvieran dadas las condiciones geográficas, le interesara y deseara integrarse, llámeme al 4983-4294. La saludo con un fraternal abrazo, Graciela Berchesi.